Quise empapar las páginas de aliento y las miné de miedos.
Quise sonreírle al niño y me empotró al suelo.
Quise besarte en los labios pero estaban fríos.
Quise despertarte y me enajenó el espanto.
Quise calentar tus pies pero ya estaban etiquetados.
Quise alimentarte, esperanza, y moriste hambrienta,
te tapé la cara.
Jamás desesperes, aún estando en las mas sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante. - Miguel de Unamuno.- |
4 comentarios:
Triste poema,y sabias palabras las de Unamuno.
Un abrazo
Tus letras me han emocionado y a la vez se palpa la tristeza...bello.
La frase de Unamuno es muy cierta.
Un beso grande Mariquilla
Saber vaciarse de la tristeza que a veces llevamos dentro es un don, y tú lo tienes.
Enhorabuena.
Sigue escupiendo así de bien, y siempre te caerá el chorro de agua limpia.
Te quiero guapa.
A ver Mari, esos ánimos......venga, que ya llega el verano...
Besitos
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