Se deja caer apacible en tu interior, inclusive cuando para recaudarla has de servirte de tenacillas, de pinzas que soslayen los órganos sensibles a los cuerpos extraños, a la vez que agradecen ver que no persiguen más que liberar la opresión de la felicidad. Tus órganos, poco a poco, se amoldan, algunos sonríen, !los músculos!; las articulaciones se arquean haciendo hueco, ya no enferman, se redimen, se alegran, se contagian, no flaquean, notan que sanan, que sanas.
Tu felicidad sólo la hallas viviendo, apostando fuerte, rechazando la mala suerte, subsanando los errores, leyendo algún que otro secreto y regalando paz y armonía.
Por no más de un día triste. Allá va otro intento. Un beso.
Ponmaluso-Mariquilla.
7 comentarios:
Felicidad, que bonita palabra y cuanto cuesta de encontrarla.
Verdad Pakiba, jajajaja.
Hola de nuevo.Aqui estoy aunque no me entere de la mitad.BESITOS
Estoy de acuerdo con Pakiba....que bonita es pero a veces está tan escondida que es complicado encontrarla.
Pero lo importante es disfrutar los momentos, esos que la vida nos otorga.
Un beso
YUUPIIIIII !!!! OÉ OÉ OÉ !!!
SIII !!!! UFF !!!
Ni un día más, ni un díaaaa
Ayyyy esa Mariquilla... Besitos tiernos, María del Mar, y también para tus princesas :-) (estoy oyendo a Aretha Franklin, una forma como otra cualquiera de combatir la infelicidad...).
Paula de Canarias.
Sólo la hayamos viviendo, apostando, aprendiendo...
Si, querida amiga, adelante, siempre navegando hacía nuestro destino.
Besitos.
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